¿Piensa usted que el libro, a diferencia del video, no produce sonido e imágenes? Pues se equivoca.
Es imposible leer sin oír las palabras en la mente y sin ver las imágenes que producen. Y con la ventaja de que son sonidos e imágenes propios, no inventados por otros. Las imágenes y el sonido que ofrecen todos los demás medios de entretenimiento están "congelados", y tienen un nivel de detalle que mejora con el avance de la tecnología. El resultado es que los medios exigen cada vez menos del usuario. Incluso se insertan cuñas musicales y risas pre-grabadas para provocar determinadas emociones en el cliente sin esfuerzo de su parte. La persona a quien le cuesta leer ( y a la mayoría le cuesta) recurrirá a estos productos "congelados" y seguirá siendo un espectador pasivo.
Si usted pertenece a esa pequeña y afortunada minoría para quienes la lectura es fácil y agradable, el libro, en cualquiera de sus manifestaciones, le será irreemplazable e indestructible, porque exige participación Por agradable que sea el papel de espectador, participar es siempre mejor.
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